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Alimentar a su hijo de 4 a 7 meses de edad

La mayoría de los bebés de esta edad ya están preparados para probar los alimentos sólidos. Los expertos recomiendan empezar a introducir los alimentos sólidos cuando el bebé tiene en torno a los seis meses de edad, en función de lo preparado que esté el bebé y de sus necesidades nutricionales.

Asegúrese de hablar con el médico de su hijo antes de empezar a darle cualquier alimento sólido a su bebé.

¿Está preparado mi bebé para comer alimentos sólidos?

¿Cómo puede saber si su bebé está listo para ingerir alimentos sólidos? He aquí algunas pistas:

  • ¿Se traga su bebé los alimentos cuando se los mete en la boca o los empuja con la lengua hacia fuera? Los bebés tienen el reflejo natural de sacar la lengua para expulsar alimentos de la boca. Espere hasta que desaparezca este reflejo (por lo general, cuando los bebés tienen entre 4 y 6 meses).
  • ¿Es capaz de sostener la cabeza? Para comer alimentos sólidos, los bebés necesitan tener un buen control de la cabeza y del cuello y deben ser capaces de sentarse erguidos.
  • ¿Le interesan los alimentos a su bebé? Los bebés que miran fijamente la comida, la alcanzan, la agarran y que abren la boca están preparados para probar los alimentos sólidos.

Si el médico de su hijo le da el visto bueno para que le empiece a darle alimentos sólidos pero su bebé parece frustrarse o no le interesan los sólidos, pruebe a esperar unos cuantos días antes de volverlo a intentar. La leche materna y/o la leche de fórmula seguirán colmando las necesidades nutricionales de su pequeño mientras vaya aprendiendo a ingerir sólidos. Pero, a partir de los 6 meses de edad, los bebés necesitan la nutrición añadida (como el contenido en hierro y en zinc) que ofrecen los sólidos.

No añada cereales u otros alimentos al biberón de su bebé porque eso podría llevar a un aumento excesivo de peso.

Fíjese en los signos que indican que su hijo tiene hambre o está satisfecho. Responda a esas pistas y permita que su hijo deje de comer cuando esté lleno. Un niño que está satisfecho, succionará del pecho o del biberón con menos entusiasmo, dejará de succionar o se apartará del pecho o del biberón. Con los alimentos sólidos, su bebé se apartará, se negará a abrir la boca o escupirá la comida cuando esté satisfecho.

¿Cómo debo empezar a darle alimentos sólidos a mi bebé?

Cuando su bebé esté listo y su médico le haya dicho que puede probar a darle alimentos sólidos, escoja un momento del día en que su hijo no esté cansado ni inquieto. Le interesa que su bebé tenga un poco de hambre, pero no que esté alterado por lo hambriento que está. Tal vez prefiera que antes su bebé mame durante un rato o que se tome una parte de su biberón.

Haga que su hijo se siente en su regazo mientras usted lo sostiene o que se siente bien erguido en una trona.

El primer alimento sólido que toma la mayoría de los bebés es papilla de un solo cereal enriquecida con hierro y elaborada con leche materna o de fórmula. Coloque la cucharita cerca de los labios de su bebé y deje que el bebé huela y pruebe la papilla. No le extrañe si rechaza la primera cucharadita. Espere un minuto y pruébelo otra vez. La mayor parte de la comida que ofrezca a su bebé en esta etapa acabará en la mejilla, la barbilla, el babero o la bandeja de la silla. De nuevo, solo se trata de una introducción.

Cuando su pequeño se acostumbre a tomar papilla de cereales con cucharita, puede ser el momento de probar la papilla o puré de verdura, fruta o carne que conste de un solo ingrediente. El orden en que se introducen estos alimentos no importa, pero proceda con lentitud. Ofrézcale alimentos de alto contenido en hierro y zinc, como la carne, las aves de corral, los huevos o las judías, sobre todo, si está amamantando a su bebé. Pruebe un alimento cada vez y espere varios días antes de probar con un alimento nuevo. Esto le permitirá identificar aquellos alimentos a los que su bebé podría ser alérgico.

¿Qué alimentos debo evitar? 

Los alimentos que es más probable que causen alergias se pueden encontrar entre los alimentos que ofrezca por primera vez a su bebé. Entre ellos, se incluyen los cacahuetes, los huevos, la leche de vaca, el marisco, los frutos secos, el trigo y la soja. Esperar a introducir estos alimentos no sirve para prevenir las alergias. Hable con el médico de su hijo si a usted le preocupan las alergias alimentarias, sobre todo, si hay miembros cercanos de su familia con alergias, alergias alimentarias o afecciones relacionadas con la alergia, como el eccema o el asma.

Los bebés con eccema grave o alergia al huevo tienen más probabilidades de ser alérgicos a los cacahuetes. Hable con su médico sobre cómo y cuándo introducir estos alimentos en la dieta de su hijo. 

Entre los posibles signos de alergia alimentaria o de reacciones alérgicas, se incluyen los siguientes:

  • erupción en la piel
  • hinchazón abdominal o aumento de gases y ventosidades
  • diarrea
  • vómitos

Pida ayuda inmediata si su hijo presenta una reacción alérgica de mayor gravedad, como urticaria, babeo, resuello, sibilancias (hacer “pitos” al respirar) o problemas para respirar.

Si su hijo tiene cualquier tipo de reacción a un alimento en concreto, no se lo vuelva a ofrecer otra vez hasta que haya hablado con su médico.

A los bebés no debe darles lo siguiente:

  • alimentos con azúcares añadidos y edulcorantes sin calorías
  • alimentos de alto contenido en sodio.
  • miel, hasta después de que su bebé cumpla 1 año. Puede causar botulismo en los bebés.
  • jugo, leche, yogur o queso no pasterizados 
  • leche de vaca o bebidas de soja hasta que el bebé supere los 12 meses de edad, en lugar de leche materna o de fórmula. Puede ofrecerle a un bebé yogur o queso, siempre que estén pasterizados.
  • todos los alimentos que es fácil que causen atragantamientos y asfixias por aspiración en los bebés, como los perritos calientes, las zanahorias crudas, las uvas, las palomitas de maíz y los frutos secos.

Consejos para alimentar a su bebé con sólidos 

Con el ritmo frenético de la vida familiar de hoy en día, la mayoría de los padres optan, al principio, por alimentos infantiles de fabricación industrial. Vienen en recipientes pequeños y fáciles de usar, y los fabricantes deben cumplir unas normas de seguridad y de nutrición muy estrictas.

Si piensa preparar sus propias papillas en casa, he aquí algunos aspectos que deberá tener en cuenta:

  • Siga las normas de seguridad alimentaria, incluyendo lavarse las manos a fondo y con frecuencia. 
  • Para conservar los nutrientes de los alimentos de su bebé, cocínelos de maneras que retengan la mayoría de las vitaminas y de los minerales. Pruebe a hacer al vapor o al horno las frutas y las verduras, en vez de hervirlas, un método en que se pierden muchos nutrientes.
  • Congele las porciones que no vaya a consumir de inmediato.
  • Independientemente de que compre las papillas del bebé o se las prepare en casa, la textura y la consistencia son importantes. Al principio, los bebés deben tomar purés finamente tamizados y de un solo ingrediente. (Solo compota de manzana, por ejemplo, en vez de pera y manzana mezcladas.)
  • Después de que su bebé se acostumbre a comer alimentos sólidos de un solo ingrediente, está bien que le ofrezca purés donde se mezclen dos alimentos. Cuando su hijo crezca, irá aprendiendo a comer una mayor variedad de gustos y texturas. 
  • Si utiliza papillas que se venden en frascos, coloque el alimento en un bol antes de dárselo al bebé. No alimente al bebé directamente desde el frasco; las bacterias procedentes de su boca podrían contaminar el alimento que quedara en el frasco. Si guarda en la nevera frascos abiertos de papillas infantiles, es mejor que se deshaga de cualquier resto al cabo de uno o dos días.
  • Alrededor de los 6 meses, es una buena edad para introducir la taza. Tal vez necesite probar con varias tazas distintas hasta encontrar la que le vaya bien a su bebé. Pruebe con agua al principio para evitar ensuciar. No le dé jugo a su bebé de menos de 12 meses de edad.

Durante los próximos pocos meses, vaya introduciendo una amplia variedad de alimentos de todos los grupos. Si a su hijo parece no gustarle un alimento en concreto, no ceda y vuélvaselo a ofrecer más adelante. Puede costar de 8 a 10 pruebas, o más, hasta que un bebé aprenda a cogerle gusto a un alimento nuevo.