Important Construction Updates About Our Campus Transformation — Read More

Health Library

View in English

Atención médica y su hijo de 1 a 3 meses

Durante los primeros meses de vida de su bebé, es posible que usted tenga muchas preguntas sobre la salud del pequeño. La mayoría de los médicos dispone de números de teléfono para atender a sus pacientes, que pueden utilizar para hacer preguntas sobre cuestiones cotidianas. Por lo tanto, no dude en llamar si tiene dudas, por pequeñas que puedan parecer.

Por supuesto, si sospecha que su hijo podría estar enfermo, no espere a esas horas: llame de inmediato. Como ocurre con los recién nacidos, las enfermedades en esta etapa evolutiva requieren de una atención médica inmediata.

La frecuencia con que el médico vea a su hijo durante esta etapa dependerá de las necesidades de su bebé y de su familia, pero la mayoría de los lactantes acuden a revisiones médicas cuando tienen alrededor de 1 mes y de nuevo a los 2 meses.

Los médicos ven a menudo a los bebés de esta edad para evaluar su crecimiento, desarrollo y alimentación, entre otras cosas. Estas visitas regulares también permiten que el médico haga un seguimiento de cualquier problema detectado en revisiones previas y son una oportunidad para que usted haga preguntas al médico sobre la salud y la conducta de su bebé.

Qué ocurre en la visita

Durante estos meses iniciales, el médico evaluará el desarrollo y el crecimiento de su pequeño. Las partes más habituales de una revisión o chequeo médico son las siguientes:

  • la estatura, el peso y el perímetro craneal de su bebé se representarán en la gráfica de crecimiento de su hijo.
  • una exploración física, donde se prestará una atención especial a cualquier problema detectado previamente
  • se evaluará el desarrollo del bebé (por ejemplo, su grado de control de la cabeza, sus gorjeos y su sonrisa)
  • preguntas sobre cómo está llevando usted el cuidado de su bebé
  • consejos sobre cómo alimentarlo y otros aspectos relacionados con la nutrición
  • qué esperar en los meses que se avecinan, incluyendo comentarios sobre precauciones de seguridad
  • administración de vacunas en algunas de las visitas

Formule al médico cualquier pregunta que pueda tener y anote las respuestas y las instrucciones específicas que él le dé. Una vez en casa, actualice el registro de datos médicos de su hijo, con información sobre su crecimiento y sobre cualquier problema o enfermedad que pueda padecer.

Las vacunas que le pondrán a su bebé

Con 1-2 meses, a su bebé le deberían poner la segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis B (VHB).

Cuando tenga 2 meses, a su bebé le deberían poner las siguientes vacunas:

Los bebés con alto riesgo de desarrollar una enfermedad meningocócica, que puede llevar a una meningitis bacteriana y a otras complicaciones graves, es posible que reciban la vacuna antimeningocócica. (En el caso de que no le pongan la vacuna antimeningocócica, esta se suele administrar cuando el niño tiene 11-12 años.)

Las vacunas protegen contra enfermedades graves que se pueden contraer durante la etapa infantil. Las vacunas, como cualquier otro medicamento, pueden provocar reacciones (generalmente de tipo leve), como fiebre e irritabilidad. Asegúrese de hablar con el médico de su hijo sobre los posibles efectos secundarios de las vacunas e infórmese sobre cuándo debería llamar a su consulta.

Cuándo llamar al médico

Algunos problemas médicos frecuentes que pueden ocurrir a esta edad y que pueden requerir atención médica son los siguientes:

  • diarreas y vómitos, que pueden obedecer a una infección y que pueden exponer al bebé a la deshidratación.
  • infecciones de oído. Un bebé con una infección de oído puede estar irritable, y puede tener o no tener fiebre.
  • erupciones, que son frecuentes en los lactantes. Algunas de ellas pueden parecer que no molestan al bebé, pero hay afecciones cutáneas, como el eccema, que pueden causar sequedad y picazón. El médico de su hijo le puede recomendar lociones, cremas y jabones.
  • infecciones respiratorias de las vías altas (como el resfriado o el catarro común), que pueden afectar tanto a los lactantes como al resto de la gente. Puesto que un bebé no se sabe sonar la nariz, usted deberá extraer a su bebé las mucosidades, absorbiéndolas con una perita de goma. No dé ningún medicamento a su bebé sin contar con el visto bueno de su médico. Llame a la consulta del pediatra de inmediato si su bebé tiene dificultades para respirar, se niega a comer, tiene una temperatura rectal superior a 100,4 °F (38 °C), o está excesivamente inquieto o excesivamente somnoliento.

De nuevo, no dude en ponerse en contacto con el médico de su hijo sobre cualquier preocupación que tenga relacionada con la salud o la conducta de su bebé.