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Cómo iniciar un Programa del campo a la escuela

La fruta y la verdura proporcionan nutrientes importantes que ayudan a los niños a crecer y desarrollarse, pero hay pocos niños y pocos adolescentes que ingieren suficiente cantidad de estos alimentos. Es posible que no puedan acceder a una variedad de productos agrícolas en su casa, o que crean que la fruta y la verdura son alimentos que deberían comer pero que no les apetece comer. 

Los programas del campo a la escuela son una manera de entusiasmar a los alumnos sobre comer de una manera saludable.  La expresión “del campo a la escuela” abarca una variedad de programas que van desde antes de kindergarten hasta los 12 años de edad y que se encargan de llevar productos agrícolas frescos a las escuelas y enseñar a los alumnos sobre la nutrición a través de aprendizajes experimentales y divertidos. 

Estos programas pueden incluir: 

  • incorporar productos agrícolas en las comidas de la escuela 
  • ofrecer productos agrícolas frescos locales como tentempiés
  • tener y cuidar huertos-jardines escolares 
  • catar y probar productos agrícolas frescos
  • hacer visitas de campo a granjas y jardines públicos locales 
  • invitar a agricultores granjeros o a jefes de cocina a la clase

Este tipo de programas pueden funcionar en cualquier clima.  Las escuelas de las regiones más frías se pueden centrar más en los productos agrícolas locales en las estaciones de la primavera y el otoño, incorporar productos agrícolas congelados o en lata en las comidas de invierno, o usar la leche descremada o semi descremada en todas las estaciones.  

Las escuelas también tienen flexibilidad a la hora de determinar qué se considera “local.” Las escuelas pueden definir “local” en términos de millas (o kilómetros), condados, estados, regiones o tipos de productos agrícolas.  La definición que se use en cada escuela dependerá de lo cerca que esté de zonas agrícolas y de la variedad de productos agrícolas disponibles en cada región. 

Alumnos sanos y escuelas sanas

A medida que los alumnos aprendan de dónde vienen los alimentos y se expongan a una amplia variedad de productos agrícolas frescos, descubrirán que los alimentos saludables pueden ser sabrosos y gratificantes. Los estudios muestran que, con el tiempo, los alumnos que asisten a programas del campo a la escuela tienden a:

  • comer más fruta y verdura en la escuela que en casa
  • comer menos cantidad de comida basura
  • beber menos refrescos 
  • estar más activos físicamente
  • ser más partidarios de la alimentación saludable
  • ser más proclives a probar alimentos nuevos y saludables 
  • pedir más alimentos saludables en casa
  • rendir más en la escuela 

Estos programas también son beneficiosos para las escuelas. Ayudan a las escuelas que participar en programas federales de comidas que cumplan los requisitos nutricionales federales, los cuales requieren que en los desayunos escolares se ofrezca por lo menos una pieza de fruta y en los almuerzos, por lo menos una ración de fruta y otra de verdura. Las escuelas con programas del campo a la escuela tienen una mayor participación en las comidas escolares, lo que significa unos mayores ingresos presupuestarios en el servicio de alimentación escolar. Y el personal de la escuela suele adoptar unos mejores hábitos de alimentación cuando se ofrecen alimentos locales en la escuela. 

Construir colaboraciones

Para iniciar su programa del campo a la escuela, contacte con otras escuelas de su distrito o de distritos cercanos donde se hayan aplicado programas que hayan funcionado bien para aprender cómo lo han hecho.  

También puede contactar con los agricultores de su localidad para evaluar sus intereses y averiguar qué alimentos pueden ofrecer. Los mercados de productos agrícolas, las coaliciones de agricultores apoyadas por la comunidad, las cooperativas de agricultores y las asociaciones de granjeros pueden ser buenos lugares por donde empezar. 

Comente los programas del campo a la escuela con la dirección de la escuela, los encargados del servicio de alimentación y los maestros. Una vez haya captado el interés del personal de la escuela, puede empezar a promover la idea entre los alumnos del centro, los padres y los grupos de la comunidad para implicarlos en este proyecto.  De ser posible, organice una reunión donde puedan acudir las partes interesadas para hacer una lluvia de ideas sobre metas y propuestas. 

Entre las posibles metas se incluyen las siguientes:

  • aumentar la oferta de alimentos saludables en la escuela 
  • aumentar la conciencia sobre la salud y la nutrición
  • hacer que los alumnos caten y prueben frutas y verduras nuevas para ellos
  • enseñar a los alumnos sobre la agricultura local 
  • mejorar el currículum escolar sobre la salud
  • integrar la información sobre la salud y la nutrición en otras materias o asignaturas, como las matemáticas, las ciencias y las artes

Encontrar financiación  

Encontrar financiación para su programa del campo a la escuela puede ser solo una cuestión de redistribuir el presupuesto del servicio de alimentación preexistente para adquirir alimentos locales, pedir a los distribuidores que proporcionen alimentos locales siempre que sea posible, y decantarse por los productos agrícolas locales cuando se busquen ofertas competitivas y presupuestos rápidos. 

Si necesita financiación adicional para planificar o aplicar su programa del campo a la escuela, hay becas disponibles de agencias gubernamentales, organizaciones sin ánimo de lucro, fundaciones privadas y otras empresas. Algunas escuelas usan recaudaciones de fondos especiales, como comidas comunitarias, libros de cocina, maratones y otros eventos. 

Empezar por lo pequeño y luego avanzar 

Empezar haciendo pequeños cambios permite que el personal que está aplicando el programa vaya aprendiendo sobre la marcha, y ofrece a las escuelas la flexibilidad de ir revisando el programa conforme vayan surgiendo nuevas oportunidades y nuevas ideas. 

He aquí algunas ideas para empezar:

  • Crear una lista de los productos agrícolas locales disponibles en cada estación u obtener el listado de productos de la cooperativa agrícola local. 
  • Hablar con los distribuidores que ya conozca el encargado del servicio de alimentación de la escuela para saber qué productos ofrecen. 
  • Si la escuela de su hijo participa en el Programa Federal Fruta y Verdura, podría ofrecer a los alumnos tentempiés a base de fruta y verdura locales adecuados para cada temporada. 
  • Trabajar con el personal del servicio de alimentación de la escuela para desarrollar nuevos menús que incluyan productos agrícolas locales.  Averiguar si se necesita formación adicional o procedimientos actualizados para trabajar con productos agrícolas locales. 
  • Introducir solo uno o dos productos locales al principio.  Empezar con alimentos que gustan a la mayoría de los niños y adolescentes, como las manzanas, las zanahorias o las naranjas. 
  • Presentar un alimento de temporada local diferente cada mes en la cafetería o el bufé de ensaladas de la escuela
  • Plantar un jardín de en alféizar de la ventana de la clase. 
  • Analizar el currículum y los estándares de enseñanza en busca de oportunidades para conectar las clases con la nutrición y la agricultura. 

Si todavía no hay ninguna escuela en su distrito donde se hayan aplicado programas del campo a la escuela, lo mejor puede ser crear un programa piloto en una o dos escuelas, y luego irlo expandiendo a otras en cuanto empiece a funcionar sin contratiempos. 

Independientemente del tipo de programa del campo a la escuela que trate de aplicar, haga que los alumnos se impliquen en él y se entusiasmen con él. Hable sobre el programa en la clase y promueva los alimentos locales, marcados con señales especiales en la cafetería, anuncios en las redes sociales, celebraciones de cata, lecciones de cocina y avisos en los menús de la escuela.