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Epilepsia rolándica benigna

¿Qué es la epilepsia rolándica benigna? 

Los niños con epilepsia rolándica benigna tienen crisis epilépticas que implican convulsiones, sacudidas, entumecimiento u hormigueo en la cara o en la lengua.

Tienden a ocurrir temprano por la mañana o justo antes de acostarse por la noche. También ocurren durante el sueño. Los niños casi siempre dejan de tener estas crisis convulsivas cuando llegan a la adolescencia.

Algunos niños con epilepsia rolándica benigna tienen problemas de aprendizaje.

¿Qué ocurre durante las crisis de la epilepsia rolándica benigna?

Las crisis en la epilepsia rolándica benigna son crisis focales. Esto significa que solo afectan a un lado del cerebro cada vez. Pero pueden ir cambiando de un lado a otro.

Las crisis suelen durar menos de dos minutos. Durante una crisis, el niño puede tener:

  • contracciones musculares, generalmente en la cara, pero puede incluir los brazos y/o las piernas
  • entumecimientos y hormigueo en cara o lengua
  • babeo
  • problemas para hablar
  • si el niño está despierto, conciencia plena durante la crisis

A veces, una crisis puede evolucionar a una crisis tónico-clónica generalizada en la que se sacude el cuerpo entero, con movimientos enérgicos y contundentes.

¿Cuál es la causa de la epilepsia rolándica benigna? 

Los médicos no saben cuál es la causa de la epilepsia rolándica benigna. Algunos niños con esta afección pueden tener un pariente con epilepsia. Recientemente, se han descubierto varias mutaciones genéticas en las familias afectadas por este tipo de epilepsia. 

¿Cómo se diagnostica una epilepsia rolándica benigna? 

Los médicos diagnostican la afección según la descripción de las crisis convulsivas, su momento, la edad y el desarrollo del niño, y los resultados del EEG (para ver las ondas cerebrales o la actividad eléctrica en el cerebro).

Los niños que hayan tenido una crisis deben visitar a un neurólogo pediátrico (un médico que trata el cerebro, la médula espinal y los problemas que afectan al sistema nervioso). Otras pruebas pueden incluir:

  • un V-EEG, o video-electroencefalograma (un EEG provisto de grabación de vídeo)
  • una resonancia magnética cerebral (RM) para obtener imágenes detalladas del cerebro.

¿Cómo se trata la epilepsia rolándica benigna?

No todos los niños con epilepsia rolándica benigna necesitan hacer un tratamiento. Quienes tienen crisis recurrentes generalmente necesitan tomar medicamentos para detenerlas. Muchos neurólogos pediátricos usan un medicamento anticonvulsivo en dosis bajas. Si un niño no ha tenido una crisis convulsiva en más de 2 años, el neurólogo hará un EEG para ver cuándo y si el niño puede dejar de tomar el medicamento. La mayoría de los niños superan la epilepsia rolándica benigna en la adolescencia.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Si su hijo toma medicamentos, asegúrese de administrarle la dosis exacta que le hayan recetado. También ayude a su hijo a evitar los factores desencadenantes conocidos de las convulsiones, como la falta de sueño.

Algunos niños tienen problemas de aprendizaje y comportamiento, incluso cuando las convulsiones están bien controladas. Obtener ayuda de especialistas desde el principio permitirá que a su hijo le vaya bien desde el punto de vista académico y emocional.

Durante una crisis típica de la epilepsia rolándica benigna no es necesario llevar a cabo ningún tipo de cuidado especial. Pero, puesto que las crisis propias de la epilepsia rolándica benigna pueden llevar a crisis tónico-clónicas, asegúrese de que usted y otros adultos o personas que cuidan de su hijo (parientes, cuidadores, profesores, entrenadores, etc.) saben cómo actuar en caso de que ocurran. Su médico puede recetarle un medicamento de emergencia si su hijo tiene una crisis convulsiva prolongada o muchas crisis en un corto período de tiempo. Asegúrese de preguntarle a su médico acerca de un plan de rescate para las crisis convulsivas de su hijo.

¿Qué más debería saber?

Si su hijo tiene epilepsia, tranquilícelo asegurándole que no está solo. El médico de su hijo y el equipo médico que lo atiende pueden responder a sus preguntas y darle apoyo. También pueden recomendarle un grupo de apoyo en su localidad. Las organizaciones en línea también lo pueden ayudar, como las siguientes: