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Examen prenatal: Pruebas de cribado del primer trimestre

¿Qué son las pruebas de cribado del primer trimestre?

Las pruebas de cribado del primer trimestre (o cribado del primer trimestre) suelen incluir un análisis de sangre materna y una ecografía.

¿Por qué se hacen las pruebas de cribado del primer trimestre?

Se hacen para ver si el feto tiene riesgos de tener una anomalía cromosómica, como síndrome de Down o el síndrome de Edward) o una malformación congénita (como problemas cardíacos).

Es importante recordar que esta es una prueba de cribado y no de diagnóstico. Si los resultados indican que podría haber un problema, es necesario hacer más exámenes para confirmar o descartar el diagnóstico.

¿Debo hacerme las pruebas de cribado del primer trimestre?

El cribado se considera seguro, pero usted decide si hacerlo o no. La ventaja del cribado en el primer trimestre es que los padres tienen más tiempo para prepararse o abordar cualquier problema de salud que pueda tener el bebé.

Al hacerse cualquier cribado, recuerde que es posible que los resultados sean falsos positivos o falsos negativos:

  • Los resultados falsos positivos determinan que existen riesgos elevados de que el bebé tenga una anomalía cromosómica, pero finalmente el bebé es perfectamente saludable.
  • Los resultados falsos negativos determinan que existen bajos riesgos, pero finalmente el bebé tiene una anomalía cromosómica.

Hable con el médico si tiene preguntas acerca de estos exámenes o los resultados.

¿Qué ocurre durante el cribado del primer trimestre?

Las pruebas de cribado se suelen hacer en dos partes: una muestra de sangre y una ecografía.

  1. La muestra de sangre se toma con un pinchazo en un dedo o con una extracción convencional de sangre. Mide los niveles de dos proteínas. Los niveles anormales pueden indicar que el bebé tiene más riesgos de lo normal de tener una anomalía cromosómica.
  2. Durante la ecografía, la mujer se recuesta sobre la espalda y se le pasa un instrumento que emite ondas sonoras sobre el bajo vientre. Las ondas sonoras rebotan en los huesos y los tejidos del bebé y forman una imagen del feto. Esto puede mostrar el espesor del espacio que hay en la parte posterior del cuello del bebé. La existencia de líquido extra en la parte posterior del cuello puede ser un indicador de un trastorno cromosómico.

A las mujeres cuyos resultados indican un riesgo elevado de tener un bebé con una anomalía cromosómica se les ofrece la posibilidad de hacerse estudios de diagnóstico; en general, a través de una muestra de vello coriónico en el primer trimestre o de una amniocentesis en el segundo trimestre.

A quienes no tienen un riesgo elevado en el primer trimestre se les ofrece un cribado del segundo trimestre. Este cribado, que consiste en más análisis de sangre, busca anomalías cromosómicas y defectos del tubo neural, y ayuda a confirmar los hallazgos del cribado del primer trimestre.

¿Cuándo debo hacerme las pruebas de cribado del primer trimestre?

El cribado de sangre se suele hacer entre las semanas 9 a 14 del embarazo. Las mujeres que también se hacen una ecografía se la hacen entre las semanas 11 a 14.

¿Cuándo están disponibles los resultados?

En general, los resultados del cribado de sangre están disponibles en una o dos semanas. Los resultados de la ecografía pueden ser inmediatos.

Cuando se hacen los análisis de sangre y la ecografía, los médicos suelen analizar los resultados juntos. Esto recibe el nombre de cribado combinado del primer trimestre.

No todos los médicos calculan el riesgo que tiene una mujer de esta manera. Algunos esperan hasta que la mujer se haga más exámenes de cribado en el segundo trimestre. Esto se denomina cribado integral. Otros profesionales no hacen ecografías durante el primer trimestre. Por el contrario, determinan el riesgo de una mujer con los resultados de los análisis de sangre del primer y el segundo trimestre. Esto recibe el nombre de cribado integral serológico.

La forma en la que el médico calcula los resultados depende de la edad y los riesgos de salud de la madre, así como de los servicios disponibles en el consultorio del profesional.