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Faringoamigdalitis estreptocócica

¿Qué es la faringoamigdalitis estreptocócica?

La faringoamigdalitis estreptocócica es una infección provocada por un tipo de bacteria (estreptococos grupo A). Las bacterias estreptocócicas provocan aproximadamente un tercio de todos los dolores de garganta.

La faringoamigdalitis estreptocócica suele requerir tratamiento con antibióticos. Con la atención médica adecuada (además de mucho reposo y líquidos), los niños deberían poder regresar a la escuela y jugar en unos pocos días.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la faringoamigdalitis estreptocócica?

Los síntomas de la faringoamigdalitis estreptocócica incluyen:

  • dolor de garganta
  • fiebre
  • amígdalas inflamadas y rojas
  • dolor e inflamación en los ganglios del cuello

No todos los dolores de garganta son una faringoamigdalitis estreptocócica. Con frecuencia, los niños tienen dolor de garganta debido a un virus, que suele mejorar sin tratamiento médico.

Los niños con faringoamigdalitis estreptocócica tal vez tengan otros síntomas dentro de aproximadamente 3 días. Entre esos síntomas se encuentran los siguientes:

  • manchas rojas y blancas en la garganta
  • dificultad para tragar
  • dolor de cabeza
  • dolor en la parte baja del estómago
  • malestar general, molestias o sentirse enfermos
  • pérdida del apetito y náuseas
  • erupción en la piel
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¿Es contagiosa la faringoamigdalitis estreptocócica?

La faringoamigdalitis estreptocócica es muy contagiosa. Cualquier persona puede padecerla, pero la mayoría de los casos ocurren en adolescentes y niños en edad escolar. Las infecciones son más frecuentes durante el año escolar, cuando hay grupos numerosos de niños y adolescentes en lugares cerrados.

¿Cómo se contagia la faringoamigdalitis estreptocócica?

Las bacterias que provocan faringoamigdalitis estreptocócica suelen estar presentes en la nariz y la garganta, por eso las actividades comunes, como estornudar, toser o darse las manos pueden contagiar fácilmente la infección de una persona a otra.

Los niños que no reciben tratamiento para la faringoamigdalitis estreptocócica tienen más probabilidades de contagiar la infección cuando los síntomas son más fuertes, pero pueden contagiar incluso durante 3 semanas.

Por eso es tan importante enseñarles a los niños la importancia de lavarse bien las manos; la higiene adecuada puede reducir las probabilidades de contraer enfermedades contagiosas, como la faringoamigdalitis estreptocócica.

¿Cómo se diagnostica la faringoamigdalitis estreptocócica?

Si su hijo tiene dolor de garganta y otros síntomas de faringoamigdalitis estreptocócica, llame al médico. Probablemente, el médico le haga una prueba estreptocócica rápida en el consultorio utilizando un hisopo de algodón para tomar una muestra de los líquidos de la parte posterior de la garganta. Esta prueba demora aproximadamente 5 minutos.

Si el resultado es positivo, su hijo tiene faringoamigdalitis estreptocócica. Si es negativo, el médico enviará una muestra a un laboratorio para que se haga un cultivo de exudado faríngeo. Los resultados suelen estar disponibles al cabo de unos pocos días.

¿Cómo se trata la faringoamigdalitis estreptocócica?

Los médicos suelen recetar un antibiótico durante aproximadamente 10 días para tratar la faringoamigdalitis estreptocócica. Es probable que, aproximadamente 24 horas después de comenzar a tomar el antibiótico, su hijo ya no tenga fiebre y no contagie la enfermedad; al segundo o tercer día, otros síntomas deberían comenzar a desaparecer.

Los niños deben continuar tomando los antibióticos tal como se los hayan recetado, aun cuando se sientan mejor. De lo contrario, las bacterias pueden permanecer en la garganta y volver a causar síntomas. Completar la toma de todos los antibióticos es la mejor manera de prevenir otros problemas de salud relacionados con la infección por estreptococos, como fiebre reumática (que puede provocar daños permanentes en el corazón), escarlatina, infecciones de la sangre o enfermedad renal.

Para prevenir el contagio de la faringitis estreptocócica a otras personas del hogar, haga lo siguiente:

  • Mantenga los cubiertos, platos y vasos de su hijo separados y lávelos con agua caliente y jabón después de cada uso.
  • Asegúrese de que su hijo no comparta alimentos, bebidas, servilletas, pañuelos ni toallas con otros integrantes de la familia.
  • Asegúrese de que su hijo se cubra la boca al estornudar o toser (si no tiene un pañuelo a mano, debe cubrirse con la parte interna del codo, no con las manos).
  • Recuérdele a todos los integrantes de la familia que se deben lavar las manos seguido y a fondo.
  • Una vez que comience el tratamiento antibiótico y su hijo ya no contagie, cámbiele el cepillo de dientes por uno nuevo.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a sentirse mejor?

El tratamiento en casa puede ayudar a su hijo a sentirse mejor mientras combate la faringoamigdalitis estreptocócica. Dele abundantes líquidos, como agua o ginger ale, para prevenir la deshidratación, en especial si ha tenido fiebre. Evite el jugo de naranja, el jugo de pomelo, la limonada y otras bebidas ácidas, que pueden irritar la garganta. Los líquidos tibios, como sopas, tés endulzados o chocolate caliente, pueden aliviar el dolor.

Hable con el médico para saber en qué momento su hijo puede retomar sus actividades habituales. La mayoría de los niños pueden volver a la escuela una vez que hayan tomado antibióticos durante al menos 24 horas y ya no tengan fiebre.