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Hoja informativa sobre el trastorno negativista desafiante (para las escuelas)

Qué deben saber los maestros

Hasta el alumno mejor educado puede ser difícil de vez en cuando. Pero los niños y los adolescentes que manifiesten un patrón continuo de rabietas, llevar la contraria, enfados y portarse mal con los maestros, los padres u otras figuras de autoridad pueden tener un trastorno negativista desafiante.

Los alumnos con este trastorno pueden ser tan incapaces de cooperar y tan combativos que su comportamiento afecta a su aprendizaje y a su capacidad para entenderse con sus compañeros de clase y con sus maestros. Este trastorno puede conducir a un bajo rendimiento escolar, comportamiento antisocial y bajo control de los impulsos.

El trastorno negativista desafiante es más frecuente en los niños que en las niñas. Los signos de este trastorno se suelen desarrollar durante los años de preescolar, y casi siempre ya están presentes antes de la adolescencia. 

Los síntomas de este trastorno pueden ser difíciles de distinguir de los de otros trastornos de la salud mental. Los niños y los adolescentes con trastorno negativista desafiante también pueden tener:

Las conductas asociadas al trastorno negativista desafiante pueden ser leves, moderadas o graves, y pueden incluir:

  • negatividad
  • llevar la contraria y desafiar a la autoridad
  • desobediencia
  • hostilidad ante las figuras de autoridad
  • rabietas y explosiones
  • estado de ánimo irritable y dominado por el enfado

Los alumnos con trastorno negativista desafiante pueden necesitar:

  • sentarse cerca del maestro para no molestar a otros alumnos
  • hacer pausas en las actividades que se hagan en la clase cuando se sientan agobiados
  • más tiempo para acabar las tareas
  • consultar al psicólogo o al orientador escolar
  • visitar la enfermería escolar para medicarse por otras afecciones coexistentes, como el TDAH
  • un programa de educación individualizada (IEP, por sus siglas en inglés) cuando hay un trastorno del aprendizaje asociado

El trastorno negativista desafiante implica hacer terapia, entrenamiento para tener unas interacciones positivas y a veces medicarse para tratar otras afecciones de la salud mental asociadas. 

Qué pueden hacer los maestros

Puede ser difícil captar la diferencia entre un alumno terco y de carácter fuerte y otro con un trastorno negativista desafiante. 

Cuelgue en su clase las normas de la clase y vaya revisándolas con regularidad. Disponga de un plan para gestionar los problemas de comportamiento importantes de sus alumnos. Los alumnos con trastorno negativista desafiante suelen estar aislados y carecer de amigos. Se pueden convertir en el blanco del acoso escolar o bullying.

Sea sensible al tema de la autoestima. Haga comentarios a los alumnos con trastorno negativista desafiante en privado, y evite pedirles que lleven a cabo tareas difíciles delante de los demás compañeros de clase. Les puede ayudar mucho felicitarlos cuando presenten conductas positivas, como estarse sentados, no desafiar, esperar a que llegue su turno y mostrar respeto.