La orientación sexual
La adolescencia es el amanecer de la atracción sexual. Esto ocurre debido a los cambios hormonales propios de la pubertad. Estos cambios afectan tanto al cuerpo como a la mente, de modo que el mero hecho de pensar que alguien es atractivo puede causar excitación sexual.
Estas nuevas sensaciones pueden ser intensas, desconcertantes y, a veces, incluso, arrolladoras. Los adolescentes están empezando a descubrir qué significa sentir atracción romántica y física por otra persona. Y reconocer la propia orientación sexual forma parte de este proceso.
¿Qué es la orientación sexual?
El término orientación sexual se refiere al sexo (masculino o femenino) hacia el que una persona se siente atraída. Hay varios tipos de orientación sexual que se suelen describir como:
- Heterosexual (o “hetero”). Las personas heterosexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros del sexo opuesto: los hombres se sienten atraídos por las mujeres, y las mujeres sienten atraídas por los hombres. A veces, se conoce a los heterosexuales como “hetero”.
- Homosexual (gay o lesbiana). Las personas homosexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros del mismo sexo: las mujeres sienten atracción por las mujeres y los hombres sienten atracción por los hombres. El término “gay” se suele usar para referirse a una persona homosexual (sea hombre o mujer). A las mujeres homosexuales también se las llama lesbianas.
- Bisexual. Las personas bisexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros de ambos sexos.
¿Podemos elegir nuestra orientación sexual?
Ser heterosexual, homosexual o bisexual no es algo que una persona pueda elegir ni elegir cambiar. De hecho, las personas no eligen su orientación sexual, del mismo modo que no pueden escoger su estatura ni su color de ojos. Se calcula que aproximadamente el 10 % de la gente es homosexual. Las personas gays están presentes en todos los ámbitos de la vida, todas las nacionalidades, todas las etnias y todos los grupos sociales y económicos.
Nadie entiende por completo qué es exactamente lo que determina la orientación sexual de una persona, pero lo más probable es que se deba a una variedad de factores biológicos y genéticos. Los expertos médicos y organizaciones como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) consideran que la orientación sexual forma parte de la naturaleza de una persona. Ser gay no se considera un trastorno mental ni una anomalía.
A pesar de los mitos y de los conceptos erróneos, no hay pruebas de que la homosexualidad esté causada por las experiencias vividas en la primera infancia, el estilo de crianza ni la educación recibidas.
Los esfuerzos por cambiar la orientación sexual de una persona de homosexual a heterosexual (a veces conocidos como “terapia de conversión”) han demostrado ser ineficaces y pueden ser perjudiciales. Los profesionales de la salud física y mental advierten de que no se debe hacer ningún esfuerzo para cambiar la orientación sexual de una persona.
¿A qué edad “lo saben” los niños?
Identificar la propia orientación sexual, sea heterosexual u homosexual, es algo que los niños o los adolescentes suelen reconocer con seguridad desde muy pronto. Algunos adolescentes homosexuales dicen haberse enamorado de personas del mismo sexo en la infancia, del mismo modo que sus compañeros heterosexuales se enamoran de personas del sexo opuesto.
En secundaria, muchos adolescentes gays ya reconocen su orientación sexual, independientemente de que la hayan revelado a otras personas o no. Aquellas personas que, al principio, no se daban cuenta de que eran homosexuales suelen decir que siempre se habían sentido diferentes de sus compañeros, pero no sabían exactamente por qué.
Tomar conciencia y aceptar la propia orientación sexual puede llevar un tiempo. Tener pensamientos sexuales hacia personas del mismo sexo y del sexo opuesto es algo bastante frecuente cuando los adolescentes exploran su emergente sexualidad.
Algunos adolescentes pueden experimentar con el sexo, teniendo incluso experiencias sexuales con miembros de su propio sexo, mientras están explorando su sexualidad. Pero estas experiencias, por sí solas, no significan necesariamente que el adolescente sea homosexual o heterosexual. Para muchos adolescentes, estas experiencias solo forman parte del proceso de explorar su emergente sexualidad. A pesar de los estereotipos de género, los rasgos masculinos o femeninos no permiten predecir necesariamente si alguien es heterosexual u homosexual.
Una vez toman conciencia de la propia orientación sexual, algunos adolescentes homosexuales pueden sentirse muy cómodos y aceptar su sexualidad, mientras que a otros les puede resultar confuso y difícil de aceptar.
Cómo se pueden sentir los adolescentes homosexuales
Al igual que sus compañeros heterosexuales, los adolescentes homosexuales se pueden estresar por los estudios, las notas, la universidad, el deporte, las actividades, los amigos y el hecho de “encajar”. Pero, además de eso, los adolescentes homosexuales suelen tener que hacer frente a un estrés adicional, con cuestiones como tener que ocultar quiénes son, la posibilidad de que los acosen por ser gays o de enfrentarse a prejuicios y estereotipos por haber sido sinceros sobre su orientación sexual.
Se suelen sentir diferentes de sus amigos cuando la gente heterosexual que los rodea empieza a hablar de sentimientos románticos, citas y sexo. Es posible que sientan que todo el mundo espera que sean heterosexuales. O pueden sentir que deben fingir sentimientos que no tienen solo para quedar bien y “encajar”. O tal vez sientan que deben negar quiénes son y ocultar una parte importante de sí mismos.
A muchos adolescentes homosexuales les preocupa si serán aceptados o rechazados por sus seres queridos o si la gente se sentirá molesta, enfadada o desilusionada con ellos. Este miedo a los prejuicios, la discriminación, el rechazo o la violencia puede llevar a algunos adolescentes que no son heterosexuales a llevar en secreto su orientación sexual, incluso ante amigos y parientes, que podrían brindarles apoyo.
Es posible que a los adolescentes homosexuales les lleve un tiempo procesar sus sentimientos y aceptar este aspecto de su propia identidad antes de revelar su orientación sexual a otras personas. Muchos deciden explicar cuál es su orientación sexual a unos pocos amigos y familiares que los comprenden y los apoyan. Esto se conoce como salir del armario.
Para la mayoría de la gente, salir del armario requiere valentía. En algunas situaciones, los adolescentes que declaran abiertamente su homosexualidad se exponen más a sufrir la intimidación y el acoso que aquellos que no lo hacen. Pero muchos adolescentes gays, lesbianas y bisexuales que salen del armario ante amigos y familiares se sienten plenamente aceptados por ellos y por su comunidad. Se sienten cómodos y seguros por sentir atracción hacia personas del mismo sexo. En una encuesta reciente, los adolescentes gays que habían salido del armario indicaron que se sentían más felices y menos estresados que quienes no lo habían hecho.
Cómo se pueden sentir los padres
La adolescencia es una etapa de transición, no solo para los adolescentes sino también para sus padres. Muchos padres afrontan la emergente sexualidad de sus hijos adolescentes con una mezcla de confusión y angustia. Pueden sentir que no están nada preparados para la próxima etapa de la paternidad. Y, si su hijo es homosexual, esto puede suponer toda una serie de nuevas preguntas e inquietudes.
Algunos padres se sorprenden al enterarse de la verdad, porque siempre habían creído que su hijo era heterosexual. Otros se preguntan si la noticia será cierta o si su hijo no estará aún seguro del todo. Hasta es posible que se pregunten si hubo algo que hicieron o dejaron de hacer para causar la homosexualidad de su hijo, aunque no lo haya. No hay pruebas que demuestren que la homosexualidad sea el resultado de la crianza o de la educación.
Afortunadamente, muchos padres de adolescentes homosexuales entienden y aceptan a sus hijos desde el principio. Sienten que ya lo sabían desde siempre, incluso antes de que su hijo adolescente se lo explicara. Suelen estar contentos de que su hijo haya elegido confiar en ellos y sentirse orgullosos de que haya tenido la valentía de explicárselo.
Otros padres sienten tristeza, desilusión o incapacidad para aceptar la orientación sexual de su hijo adolescente. Pueden estar preocupados por la posibilidad de que su hijo reciba acoso, marginación y/o malos tratos. También pueden ser hiperprotectores con su hijo, temerosos de que los demás lo juzguen o rechacen. A algunos padres, también les cuesta aceptar la orientación sexual de su hijo por sus propias creencias religiosas o personales. Lamentablemente, algunos padres reaccionan con enfado, hostilidad y rechazo.
Pero muchos padres solo necesitan tiempo para adaptarse a la noticia. Y es aquí donde los grupos de apoyo y otras organizaciones pueden ayudar. Puede tranquilizar el hecho de conocer a personas abiertamente homosexuales que llevan vidas felices y productivas.
Con el paso del tiempo, hasta los padres que pensaban que no podrían aceptar la orientación sexual de sus hijos adolescentes se sorprenden al descubrir que pueden llegar a comprenderlos.