Primeros auxilios: Mordeduras de animales
Las mordeduras y los arañazos de animal que rompen la piel a veces se pueden infectar. Algunas mordeduras necesitan puntos, mientras que hay otras que se curan por sí solas.
Raramente, una mordedura de animal puede conducir a la rabia, una infección de riesgo vital. Los murciélagos, los mapaches, los zorrillos y los zorros son los animales que causan la mayoría de los casos de rabia.
¿Qué hacer?
- Lave el área de la mordedura con agua y jabón. Si la herida sangra, aplique presión sobre el área afectada con una gasa estéril o un paño limpio.
- Si la hemorragia se detiene, aplique pomada antibiótica sobre el área.
- Cubra el área con una gasa estéril o un vendaje.
- Si su hijo presenta dolor, dele paracetamol o ibuprofeno.
Pida ayuda médica si:
- La mordedura procede de:
- un animal salvaje o callejero
- una mascota que no llevaba al día sus vacunas contra la rabia
- un animal que se comporta de una forma extraña
- La mordedura ha roto la piel de su hijo.
- La herida afecta a la cara, el cuello, las manos o los pies del niño o la zona afectada está cerca de una articulación.
- La mordedura o el arañazo se ponen rojos, calientes, se hinchan o duelen más.
- Su hijo no lleva actualizado su calendario de vacunación o no se ha puesto la vacuna del tétanos en los últimos 5 años.
Si su hijo necesita tratamiento médico, tenga a mano la siguiente información:
- el tipo de animal que lo ha mordido
- la fecha de la última vacuna contra la rabia que le pusieron al animal, si la conoce
- cualquier comportamiento extraño que haya presentado el animal
- la ubicación del animal, si la conoce
- si el animal que ha atacado a su hijo es salvaje o ha sido capturado por el servicio de control de animales
- la cartilla de vacunación de su hijo
- un listado de los medicamentos a los que su hijo es alérgico
¡Anticipar es la mejor prevención!
Muchas mordeduras de animal se pueden prevenir. Vigile de cerca a los niños pequeños cuando estén cerca de animales, incluso de sus mascotas. Enseñe a su hijo a no molestar ni fastidiar a las mascotas, a respetarlas y a tratarlas con suavidad y a mantenerse alejado de los animales salvajes o callejeros.