Rótula dislocada
¿Qué es una rótula dislocada?
Una rótula dislocada es cuando el hueso ubicado en la parte delantera de la rodilla (que recibe el nombre de rótula) se desliza y queda fuera de lugar.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de una rótula dislocada?
Los síntomas más frecuentes de una rótula dislocada incluyen los siguientes:
- sensación de que la rodilla se tuerce o se “falsea”
- hinchazón y dolor intenso y repentino
- un bulto en la parte exterior de la rodilla. Se trata de la rótula, que está fuera de lugar.
- la rodilla queda trabada en posición flexionada
- aparición de moretones alrededor de la rodilla
¿Cómo ocurre una dislocación de la rótula?
La rótula está ubicada en la parte delantera de la articulación de la rodilla. Cuando la rodilla se flexiona y se estira, la rótula se desliza hacia arriba y hacia abajo por una ranura que hay en la parte delantera de la rodilla. Si la rodilla recibe un golpe directo, ya sea por una caída o un accidente, la rótula puede salirse de esa ranura o dislocarse. La rótula también se puede dislocar si una persona se tuerce la rodilla durante la práctica de un deporte.
Cualquier niño o adolescente que se tuerza la rodilla o reciba un golpe en la rodilla puede terminar con la rótula dislocada. Algunos niños tienen afecciones que los hacen más propensos a dislocarse la rótula. Entre ellas, se incluyen algunas como tener ciertos músculos de las piernas más fuertes que otros o tener flojos los ligamentos (las bandas de tejido que unen los huesos en las articulaciones).
¿Cómo se diagnostica una rótula dislocada?
Con frecuencia, los médicos se dan cuenta de que la rótula está dislocada haciendo preguntas y observando la rodilla. No es necesario tomar radiografías para el diagnóstico, pero una vez que la rótula está nuevamente en su lugar, se harán para detectar la presencia de pequeñas fracturas en el hueso. Esto puede ocurrir cuando la rótula se sale de la ranura y luego se vuelve a colocar.
¿Cómo se trata una rótula dislocada?
Las personas con una rótula dislocada deben recibir tratamiento inmediato en el hospital. Después de recibir medicamentos para el dolor (llamados analgésicos), el médico u otro profesional de la salud deslizará la rótula suavemente en su lugar mientras estira la pierna. Esta maniobra rápida recibe el nombre de reducción. A continuación, se hará una radiografía para ver si hay fracturas.
A veces, una rótula dislocada vuelve por sí sola a su lugar si el niño estira la pierna antes de llegar al hospital. Si esto ocurre, el médico también tomará una radiografía para ver si hay alguna fractura en la rodilla.
Una vez que la rótula está nuevamente en su lugar, el niño deberá utilizar un inmovilizador (una férula que mantiene la rodilla estirada) durante unas pocas semanas y deberá evitar las actividades que le causen dolor, como caminar, estar de pie o flexionar las rodillas de manera reiterada. Es posible que los niños y adolescentes necesiten usar muletas para caminar. La fisioterapia y los ejercicios de estiramiento ayudan a curar la rodilla. Con frecuencia, una persona visitará a un traumatólogo (especialista en huesos) para asegurarse de que la rodilla se está curando correctamente.
¿Qué más debería saber?
Después de una dislocación de la rótula, los niños y los adolescentes deben dejar de practicar deportes y hacer otras actividades físicas durante unas pocas semanas. La mayoría de los niños pueden retomar estas actividades en unas cuatro a seis semanas con terapia y ejercicios para fortalecer los músculos. Algunos niños tal vez deban usar durante un tiempo una venda de soporte en la rodilla o una férula deportiva cuando practiquen deportes. El equipo de tratamiento le dirá cuándo está preparado su hijo.
Para ayudar a su hijo a curarse lo más rápido posible, siga las indicaciones del médico sobre lo siguiente:
- qué actividades evitar
- qué actividades puede realizar (por ejemplo: la natación puede ser adecuada mientras su hijo se recupera)
- ejercicios de fortalecimiento
- ir a todas sus visitas de seguimiento con su médico
Hable con el médico sobre las maneras de evitar una dislocación en el futuro. Por ejemplo:
- hacer estiramientos antes y después de los deportes
- entrenar para fortalecer los músculos de las piernas
Estas medidas también pueden ayudar a proteger a su hijo de otras lesiones.