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Escoliosis: Corsé ortopédico

La escoliosis hace que la columna vertebral se curve hacia un lado. La curvatura de la columna puede empeorar a medida que el niño crece y puede causar problemas de salud. A veces, los profesionales de la salud sugieren que los niños lleven puesto un corsé mientras están creciendo.

¿Qué es un corsé ortopédico para la escoliosis?

Un corsé ortopédico es un chaleco de plástico rígido que se coloca alrededor del torso, desde debajo de las axilas hasta las caderas. Dispone de correas para que se mantenga en su sitio a fin de enderezar la columna.

El corsé ortopédico también se llama “ortesis”. Hay corsés de diferentes tipos. Los ortopedistas trabajan con los padres y sus hijos para elegir el corsé más adecuado. El corsé adecuado será el que funcione mejor para el tipo de curvatura que presenta cada niño. También será el corsé con el que el niño se siente más cómodo y estará dispuesto a usar.

¿Por qué se colocan corsés? 

Llevar puesto un corsé suele ser el primer paso que se da para aquellos niños que necesitan tratamiento de su escoliosis idiopática. Los médicos suelen recetar corsés ortopédicos con la esperanza de que impidan que la curvatura de la columna empeore y para evitar la cirugía de fusión espinal (o vertebral).

¿Cómo actúa el corsé?

Para que un corsé funcione, un niño debe estar creciendo. Antes de recetar un corsé, el traumatólogo u otro especialista en ortopedia se asegurará de que el niño no haya dejado de crecer ni de desarrollarse. Para hacerlo, lo más probable es que midan la estatura de su hijo; le hagan preguntas sobre los períodos (si tiene una hija adolescente); o tomen radiografías de los huesos de la cadera, la mano y la muñeca.

Los corsés no son útiles para todo tipo de curvaturas. Cuando la curvatura de la columna es excesiva (generalmente de más de 40 grados), los corsés no surten efecto. Y tampoco son necesarios cuando la curvatura es muy pequeña (menos de 20 grados).

Un traumatólogo u otro especialista en ortopedia explorará a su hijo y le recomendará un corsé basándose en el tipo de escoliosis que tenga, lo grave que sea y su ubicación en la columna.

Tanto el cuerpo como la curvatura de cada niño son únicos, por lo que se deben fabricar corsés personalizados para cada paciente. El profesional de la salud que atiende a su hijo lo derivará a un especialista en ortesis para que le diseñe el corsé. Algunos hospitales cuentan con especialistas en ortesis que pueden fabricar corsés en un solo día. En otros casos, fabricar un corsé puede llevar varias semanas.

Conforme los niños van creciendo, los especialistas en ortesis pueden tener que adaptar o bien sustituir el corsé.

Corsés de Wilmington y de Boston

Estos corsés tipo chaleco sirven para tratar curvaturas moderadas de la caja torácica y de la parte inferior de la columna vertebral. A ambos los avala un excelente historial relacionado tanto con el uso como con la investigación. 

Estos corsés se ponen debajo de la ropa. Cubren el torso desde las caderas hasta las axilas y están fabricados con plástico ligero y rígido. Están diseñados para que encajen bien en el cuerpo del niño y utilizan moldes y rellenos especiales para adaptar la alineación de la columna al corsé.

  • El corsé de Wilmington se cierra por delante (o por el pecho) y se hace a la medida de cada niño. El especialista en corsés hace un molde de yeso del torso del niño y luego lo usa para crear el corsé.
  • El corsé de Boston se cierra por detrás o por la espalda. Está disponible en muchas tallas diferentes que se personalizan mediante rellenos y recortes.

La cantidad de horas al día durante las cuales los niños necesitan llevar puesto el corsé varía, pero suele oscilar entre 12 y 23 horas.

Corsé de Rigo-Cheneau

El corsé de Rigo-Cheneau es un corsé plástico a medida que  veces se utiliza con el método de fisioterapia Schroth. Dispone de zonas abiertas que permiten que el cuerpo del niño se expanda durante la respiración y los ejercicios.

Corsé de Charleston 

Este corsé solo se lleva puesto por la noche. Como los chalecos que se ponen durante el día, es una pieza sólida de plástico que sujeta la espalda en la posición adecuada. En lugar de ayudar a la persona a mantenerse derecha, está diseñado para “hipercorregir” la curvatura manteniendo la columna doblada hacia un lado. Este tipo de corsé solo suele ayudar en las curvaturas en forma de C que afectan a la parte inferior de la espalda.

Corsé de Milwaukee

Se trata del primer tipo de corsé que se inventó para tratar la escoliosis. Al igual que con los corsés tipo chaleco, los niños llevan corsés de Milwaukee entre 12 y 20 horas al día. Es una pieza sólida de plástico que encaja alrededor de las caderas y la cintura, con barras verticales en las partes anterior y posterior que se unen a un aro que rodea el cuello. Puesto que es más difícil de llevar, este corsé prácticamente se ha dejado de usar.

Corsé correctivo dinámico SpineCor

Se trata de un método de sujeción más flexible que utiliza cinchas y un chaleco de algodón. Los ensayos clínicos no han demostrado si este corsé es eficaz.

¿Durante cuánto tiempo tienen que llevar los niños puesto el corsé?

Los corsés funcionan mejor cuando el niño está creciendo y antes de que la curvatura de su columna vertebral sea excesiva. Y se dejan de usar después de que el niño termina de crecer. Esto puede llevar un par de años. El tiempo durante el cual los niños deben llevar puesto su corsé ortopédico para la escoliosis depende del grado de su curvatura y de lo que ya hayan crecido.

¿Qué problemas puede haber?

Los corsés se fabrican para que vayan bien ajustados al cuerpo del paciente y esto puede provocar irritaciones en la piel por el calor o por el roce. Es importante proteger la piel:

  • Siga las instrucciones para limpiar y cuidar del corsé.
  • Asegúrese de que su hijo siempre lleve puesta una camiseta fina pegada al cuerpo debajo del corsé.
  • Cierto enrojecimiento en la piel es algo completamente normal cuando se lleva puesto un corsé, pero llame al consultorio del médico si:
    • El enrojecimiento no desaparece 30 minutos después de que su hijo se quita el corsé.
    • Su hijo desarrolla ampollas o pupas.
    • A su hijo le sale una erupción debajo del corsé.

Con los corsés, pueden ocurrir un par de otras cuestiones de carácter temporal. Por ejemplo, algunos niños tal vez no sean capaces de respirar tan profundamente cuando llevan puesto el corsé. O el corsé les puede apretar demasiado después de comer. Pero el mayor problema con los corsés ortopédicos para la escoliosis es que algunos niños no los quieren llevar puestos.

¿Y si mi hijo no quiere usar el corsé?

La mayoría de los niños no tienen problemas en llevar puesto su corsé. Pero, cuando a un niño le cuesta mucho llevar puesto el corsé, un padre comprensivo puede cambiar las cosas para mejor.

Puede convertir la realidad de tener que llevar un corsé cada día en algo más sencillo solo estando al lado de su hijo y dándole apoyo y ánimo.

Anime a su hijo a acudir a usted cuando las cosas se pongan difíciles y prométale que usted será todo oídos. Asimismo, colabore con él para elaborar soluciones e incentivos que favorezcan el uso del corsé. Crear un cronograma o un calendario para el uso del corsé a lo largo de la semana puede ayudar a las familias a organizarse y hacer las cosas bien.

El equipo médico que atiende a su hijo es un buen recurso, tanto para usted como para su hijo. Saben que a algunos niños les cuesta mucho llevar puesto el corsé en algunos momentos, de modo que le pueden dar consejos e ideas sobre cómo afrontar este reto.

¿Qué más debería saber?

¿Qué puede esperar cuando su hijo concluya el tratamiento con corsé? La mayoría de los niños hacen con facilidad la transición a una vida sin corsé. A veces, si les duele la espalda, pueden necesitar hacer fisioterapia para reforzar la musculatura. Aparte de esto, los niños suelen poder retomar todas sus actividades normales.