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La revisión de su hijo: 11 años

¿Qué puede esperar durante esta visita?

Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería que traten a su hijo hagan lo siguiente:

1. Midan el peso y la estatura de su hijo, calculen su índice de masa corporal (IMC) y representen estas medidas en las curvas de crecimiento.

2. Tomen la tensión arterial de su hijo utilizando un equipo de evaluación estándar.

3. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:

Alimentación. A esta edad, los niños deberían empezar a hacer elecciones acertadas de alimentos saludables por sí mismos. La dieta de su hijo debería incluir proteínas magras, cereales integrales, fruta, verdura y productos lácteos semidescremados. Los niños de esta edad deberían tomar 3 tazas (720 ml) de leche semidescremada (otros productos lácteos semidescremados o leche de soja enriquecida con hierro) al día. Márquese como objetivo que su hijo ingiera un total de cinco raciones de fruta y verdura al día. 

Sueño. Los niños de esta edad suelen necesitar dormir de 9 a 12 horas por la noche. La falta de sueño puede hacer que a un niño le cueste prestar atención en la escuela. Establezca una rutina relajante a la hora de acostarse y una hora de irse a la cama que permitan que su hijo duerma lo suficiente. Tenga el televisor y los dispositivos digitales, como los teléfonos y las consolas, fuera del dormitorio de su hijo.

Actividad física. Los niños de esta edad deberían dedicar por lo menos 60 minutos al día a la actividad física. Limite el tiempo que pasa su hijo delante de cualquier tipo de pantalla (televisión, vídeo, computadora, videojuegos, teléfonos inteligentes y tabletas).

Crecimiento y desarrollo. Alrededor de los 11 años, es habitual que muchos niños:

  • presenten algunos signos propios de la pubertad:
    • En las niñas, la pubertad suele empezar entre los 8 y los 13 años, siendo sus primeros signos el desarrollo mamario y la aparición del vello púbico. La primera menstruación tiende a ocurrir dos años después de que se empiecen a desarrollar los senos.
    • En los niños, el agrandamiento de los testículos es el primer signo de la pubertad y suele ocurrir alrededor de los 11 años, aunque puede ocurrir tan pronto como a los 9 años y tan tarde como a los 15. A este signo, le siguen el alargamiento del pene y la aparición del vello púbico.
  • tengan la piel grasa y/ o acné
  • no siempre conecten sus actos con sus consecuencias futuras
  • deseen la aceptación de sus pares y la independencia
  • focalicen la atención en su aspecto personal y en su comportamiento
  • deseen involucrarse en comportamientos riesgosos

Es posible que, después de hablar con usted, el pediatra quiera estar un rato a solas con su hijo para poder contestar a las preguntas que su hijo tal vez le quiera formular.

4. Hagan una exploración física a su hijo. Esta incluirá evaluar la piel, auscultarle el corazón y los pulmones, explorarle la espalda para detectar posibles curvaturas en la columna vertebral y evaluar los signos propios de la pubertad. Uno de los padres del niño, su tutor o un cuidador debería estar presente durante esta parte de la exploración, pero sus hermanos deberían quedarse en la sala de espera para respetar la intimidad del niño.

5. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen a los niños de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que es fundamental que su hijo las reciba a tiempo. Los programas de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos; por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto.

6. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra evalúe el riesgo de su hijo a la anemia, el colesterol elevado, o la tuberculosis y que, en caso de ser necesario, solicite las pruebas pertinentes.

De cara al futuro

He aquí algunas de las cosas que deberá tener en cuenta hasta la próxima revisión, que tendrá lugar cuando su hijo tenga 12 años:

La escuela

  1. Estimule a su hijo a participar en una variedad de actividades, como la música, las manualidades, el deporte, clubs de actividades extraescolares y otras actividades que sean de su interés.
  2. Elogie los logros de su hijo y ofrézcale su apoyo en aquellas áreas que más le cuesten.
  3. Establezca un lugar tranquilo donde su hijo pueda hacer los deberes, alejado de posibles distracciones, como la televisión y los teléfonos móviles.
  4. Como el programa académico de su hijo será más exigente, un bajo rendimiento escolar podría ser un indicador de problemas de atención o de aprendizaje, de ser objeto del acoso escolar u otros factores estresantes.
  5. La presión de los pares puede conllevar la práctica de actividades peligrosas, como beber alcohol o fumar. Asegúrese de que sabe con quién pasa el tiempo su hijo y de que lo supervisa un adulto.

El yo

    1. Pase tiempo con su hijo cada día. Compartan comidas, estén activos juntos, y conversen sobre cosas que sean importantes para su hijo. 
    2. Establezca normas y explique cuáles son sus expectativas. Establezca consecuencias justas del hecho de saltarse las normas.  Elogie a su hijo cuando haga elecciones adecuadas
    3. Prepárese para responder a preguntas sobre la pubertady las sensaciones y sentimientos que acompañan a estos cambios corporales. Estimule a su hijo a que le formule este tipo de preguntas y a que le comunique sus preocupaciones.
    4. Estimule a su hijo a esperar a ser mayor para mantener relaciones sexuales con otras personas. Explíquele el riesgo de las enfermedades de trasmisión sexual (ETS) y de los embarazos no deseados.
    5. Anime a su hijo a ducharse o bañarse cada día. Si tiene olor corporal, dígale que use desodorante.
    6. Asegúrese de que su hijo se cepilla los dientes dos veces por día, que usa el hilo dental una vez al día y que visita al dentista una vez cada 6 meses
    7. Esté pendiente de los signos de depresión, que abarcan los siguientes: irritabilidad, tristeza, pérdida de interés por las actividades, bajo rendimiento escolar y hablar sobre el suicido.

    Seguridad

    1. Hable con su hijo sobre los peligros asociados a fumar, usar cigarrillos electrónicos, beber alcohol y consumir drogas.
    2. Los preadolescentes deben seguir viajando en los asientos traseros del coche y llevar siempre abrochado el cinturón de seguridad. Su hijo se debe sentar en un asiento elevador que sea compatible con el uso del cinturón de seguridad del automóvil hasta que mida 150 cm (4 pies y 9 pulgadas), lo que suele ocurrir entre los 8 y los 12 años de edad.
    3. Asegúrese de que su hijo siempre lleva puesto un casco cuando ande en bicicleta, moto, motocicleta o monopatín. Su hijo debería llevar el equipo de seguridad adecuado, como un protector bucal y otros protectores acolchados, cuando haga deporte.
    4. Aplique protector solar, con un FPS -factor de protección solar- de 30 o superior, sobre la piel de su hijo por lo menos 15 minutos antes de salir al exterior y vuélvaselo a aplicar aproximadamente cada dos horas.
    5. Proteja a su hijo del humo de otros fumadores.
    6. Supervise el uso que hace su hijo de Internet. Tenga la computadora familiar en un lugar donde usted pueda observar lo que esté haciendo su hijo. Instale filtros de seguridad y revise el historial del navegador para ver los sitios de internet que haya visitado su hijo.
    7. Hable con su hijo sobre la seguridad en la red y sobre el ciberacoso. Avísele sobre los riesgos de compartir información personal en la red.
    8. Proteja a su hijo de las heridas por arma de fuego evitando guardar este tipo de armas en su casa. Si tiene un arma de fuego, guárdela descargada y bajo llave. Las municiones deberían guardarse en un lugar distinto. Asegúrese de que los niños no pueden acceder a las llaves.
    9. Hable con su médico si le preocupa su situación vital. ¿Dispone de todo lo que necesita para cuidar de su bebé? ¿Dispone de suficiente comida, de un lugar seguro donde vivir y de seguro médico? Su médico le puede informar sobre recursos de la comunidad o derivar su caso a un trabajador social.

    Estas listas de recomendaciones son congruentes con las guías de la Academia Americana de Pediatría (AAP) (Directrices Futuros Brillantes o “Bright Futures Guidelines” en inglés).