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Mordeduras y arañazos de animal

Las mordeduras y los arañazos de animal, incluso los de menor importancia, a veces pueden conllevar complicaciones. Independientemente de que sean una mascota familiar (en los niños, la mayoría de las mordeduras son de perro) o de un animal callejero o salvaje, las mordeduras y los arañazos pueden trasmitir enfermedades.

Algunas mordeduras, sobre todo las de los gatos, se pueden infectar debido a las bacterias contenidas en la boca del animal. Y la enfermedad por arañazo de gato, una infección bacteriana, se trasmite a través de arañazos de gato (generalmente, de cachorros de gato), incluso aunque el lugar del rasguño no parezca estar infectado. Algunos animales, como los murciélagos, los mapaches y los zorros, pueden transmitir la rabia.

Aquellos niños que reciban el mordisco de un animal y no lleven actualizada la vacuna antitetánica, necesitarán que le pongan una inyección contra el tétanos (profilaxis antitetánica post-exposición) para prevenir esta enfermedad. Y si al profesional del cuidado de la salud le preocupa que el animal tenga rabia, se necesitará una serie de vacunas contra la rabia.

Cómo actuar:

  • Si la herida provocada por la mordedura o el arañazo sangra, aplique presión sobre el área afectada con una gasa o una toalla limpia hasta que deje de sangrar. Si dispone de guantes de látex o de goma limpios, utilícelos para protegerse y para impedir que se infecte la herida de su hijo.
  • Si la herida no sangra mucho, límpiela con agua y jabón, y déjela bajo un chorro de agua durante varios minutos.
  • Seque la herida, aplique pomada antibiótica y cúbrala con una gasa estéril o un paño limpio.
  • Llame al médico de su hijo si la mordedura o el arañazo ha perforado la piel del niño, incluso aunque solo afecte un área reducida. Es posible que un niño que haya recibido la mordedura de un animal necesite antibióticos, una dosis de refuerzo de la vacuna antitetánica o, a veces, una serie de vacunas contra la rabia. Las mordeduras y los arañazos que afecten a la cara, las manos o los pies son especialmente proclives a infectarse y deben ser evaluados por un médico lo antes posible.
  • Si es un animal desconocido o salvaje quien ha mordido o arañado a su hijo, tome nota de su localización. Es posible que sea necesario capturar, encerrar y observar a algunos animales para saber si padecen la rabia. Pero no intente capturar al animal usted mismo. Contrariamente, llame a la oficina de control de animales o al centro de custodia de animales de su área.
  • Solicite ayuda médica inmediata si:
    • la herida afecta a la cara, el cuello, las manos o los pies del niño o si la zona afectada está cerca de una articulación
    • la herida no deja de sangrar después de aplicarle una presión directa durante 10 minutos
    • la herida parece profunda, extensa o grave
    • el animal que ha atacado a su hijo es salvaje, callejero o se comporta de una forma extraña
    • del área de la mordedura o del arañazo sale pus, o se pone roja, caliente, se hincha, o duele cada vez más
    • su hijo tiene el sistema inmunitario debilitado o padece otra afección médica que favorece la contracción de infecciones.
    • su hijo no lleva al día sus vacunaciones antitetánicas

Enseñe a su hijo a mantenerse bien alejado de los animales salvajes, y a no provocar ni alterar a ningún animal, ni siquiera a las mascotas de la familia. Nunca se debe molestar a un animal mientras come o duerme.

Si tiene una mascota, asegúrese de ponerle todas las vacunas necesarias y de disponer del permiso correspondiente.