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Síndrome del intestino irritable

¿Qué es el síndrome del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable es un problema intestinal frecuente que afecta al colon, una parte del intestino grueso. Puede causar retortijones, gases, hinchazón y distensión abdominales, diarrea y estreñimiento. A veces se llama “estómago nervioso” o “colon espástico”.

El síndrome del intestino irritable puede ser molesto y embarazoso, pero no causa problemas graves de salud. Los médicos pueden ayudar a los niños a controlar los síntomas del síndrome del intestino irritable con cambios en la dieta y el estilo de vida. A veces, los médicos recetan medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas.

¿Cuáles son los signos y los síntomas del síndrome del intestino irritable?

El principal signo del síndrome del intestino irritable es dolor abdominal o las molestias digestivas. Otros signos de este síndrome son los siguientes:

  • un cambio en los hábitos de defecación 
  • hinchazón o distensión abdominales
  • eructos
  • flatulencias (ventosidades)
  • acidez o ardor de estómago 
  • náuseas (sensación de mareo)
  • sentirse lleno enseguida al comer

Pero tener gases o dolor abdominal de tanto en tanto no significa que una persona tenga un síndrome del intestino irritable. Los médicos se plantean la posibilidad de que un niño tenga un síndrome del intestino irritable cuando sus síntomas duran un mínimo de 3 meses e incluyen los siguientes signos:

  • dolor o molestias digestivas que mejoran después de ir de vientre
  • dolor o molestias digestivas junto con cambios en la frecuencia con que una persona necesita ir de vientre
  • dolor o molestias digestivas junto con cambios en el aspecto de las heces (o cacas). Algunas personas sufren estreñimiento, y sus heces son duras y difíciles de expulsar.  Otras tienen diarrea.

¿Qué ocurre en el síndrome del intestino irritable?

El colon absorbe agua y nutrientes a partir de alimentos digeridos parcialmente. Los productos de desecho no se absorben, de modo que se desplazan lentamente a lo largo del colon hasta llegar al recto. Y luego abandonan el cuerpo en forma de heces.

Los músculos del colon ayudan al cuerpo a hacer esto.  Se contraen y se dilatan mientras desplazan las heces lo largo del intestino grueso. Colaboran con otros músculos, del recto y de la pelvis, para desplazar las heces hacia el exterior a través del ano.

Los productos de desecho no se pueden desplazar con fluidez a lo largo del colon si sus músculos no trabajan a la velocidad adecuada o si sus movimientos no se compenetran con los movimientos de otros músculos. Esto puede llevar a retortijones abdominales, hinchazón y distensión abdominales, estreñimiento y diarrea.

¿Cuál es la causa del síndrome del intestino irritable?

La causa específica del síndrome del intestino irritable no se conoce, pero es una afección que se tiende a dar por familias.

Algunos alimentos, como la leche, el chocolate, las bebidas con cafeína, los alimentos con gas y los alimentos grasos, pueden desencadenar los síntomas del síndrome del intestino irritable. También los pueden desencadenar las infecciones, el estrés y la ansiedad. Algunos niños con este síndrome son más sensibles al estrés y a los problemas emocionales. Puesto que los nervios del colon están muy relacionados con los del cerebro, cosas como los problemas familiares, una mudanza o los exámenes pueden afectar al funcionamiento del colon.

Los niños con síndrome del intestino irritable pueden ser más sensibles al dolor de tripa, las molestias digestivas y la sensación de saciedad que los demás niños. A veces, no se llega a saber qué es lo que desencadena los síntomas del síndrome del intestino irritable. 

¿Cómo se diagnostica el síndrome del intestino irritable?

No existen pruebas ni estudios específicos que permitan diagnosticar este síndrome. Los médicos lo diagnostican haciendo preguntas sobre los síntomas y a través de una exploración física. El médico también querrá saber si alguna persona de la familia tiene este síndrome u otros problemas gastrointestinales.

Hablar sobre cosas como los gases y la diarrea puede avergonzar a algunos niños. Tranquilice a su hijo explicándole que el médico trata este tipo de problemas todos los días y que necesita esa información para ayudarlo a sentirse mejor.

Tal vez el médico le sugiera que ayude a su hijo a llevar un diario de alimentación para saber si hay ciertos alimentos que le desencadenan los síntomas del síndrome del intestino irritable. Es posible que el médico también le pregunte por el estrés de su hijo, tanto en casa como en la escuela.

En la mayoría de los casos, los médicos no necesitan hacer pruebas para diagnosticar el síndrome del intestino irritable. Pero a veces piden análisis de sangre y pruebas de heces, así como radiografías u otras pruebas para descartar que otro problema médico pueda estar causando los síntomas del niño.

¿Cómo se trata el síndrome del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable no tiene cura. Pero hay muchas cosas que pueden ayudar a reducir sus síntomas, como las siguientes:

  • Cambios en la alimentación. Algunos niños con el síndrome del intestino irritable comprueban que comer con cuidado los ayuda a reducir o a eliminar los síntomas de este síndrome. Es posible que su hijo deba evitar la leche y los productos lácteos, la cafeína, los alimentos con gas u otros alimentos que parece que le desencadena los síntomas. Comer poco pero a menudo también puede ayudar. 
  • Cambios en el estilo de vida. Si el síndrome del intestino irritable de su hijo parece estar relacionado con el estrés, hable con él sobre qué hacer para gestionar mejor las presiones que tiene en  escuela, la familia o con sus amigos.
  • Ejercicio físico regular. El ejercicio físico favorece la digestión. También es una excelente manera de aliviar tensiones.
  • Medicamentos. A veces, los médicos recetan medicamentos para tratar la diarrea, el estreñimiento o los retortijones. Los antidepresivos pueden ayudar a algunas personas a controlar el dolor, aparte de la depresión. Hable con el médico antes de darle a su hijo un medicamento de venta sin receta médica para la diarrea, el estreñimiento, los retortijones u otros problemas digestivos.
  • Terapia y estrategias de afrontamiento. Si su hijo parece estar muy ansioso o parece estar deprimido, su médico podría recomendarle ver un terapeuta o a un psicólogo infantil. La terapia, la hipnosis, los ejercicios de respiración u otras técnicas de relajación pueden ayudar a algunas personas a controlar los síntomas del síndrome del intestino irritable.

El síndrome del intestino irritable puede afectar la calidad de vida de su hijo. Hable con el médico sobre maneras de controlar los síntomas de este síndrome a fin de ayudar a su hijo a llevar una vida activa y a tener un estilo de vida saludable.